“No se puede hablar de un proceso de desarrollo sostenible sin democracia” Deborah Van Berkel, Presidenta de Sinergia. Red Venezolana de OSC

La presidenta de la asociación civil Sinergia, Deborah Van Berkel, cree firmemente en el papel de los ciudadanos en el proceso de reinstitucionalización del país. “No puede hablar de un proceso de desarrollo sostenible para Venezuela sin democracia y no hay posibilidad de democracia si no hay una ruta de participación”, indica.

La asociación civil Sinergia se define como un espacio democrático de articulación, cooperación y creación de oportunidades de participación y fortalecimiento de las organizaciones de la sociedad civil.

En relación con el proceso del 21 de noviembre agrega que el mismo dejó aprendizajes para los actores políticos de todo el espectro, además de “una línea muy clara de la voluntad ciudadana”.

A su juicio, a la ciudadanía no le interesan los escenarios de confrontación. El venezolano, subraya, “quiere soluciones a la agenda de la gente en un marco democrático”.

Las sentencias de la Sala Electoral anularon en Barinas los efectos de las elecciones del 21-N, ¿dónde queda después de esa circunstancia la narrativa sobre la reconstrucción de la ruta electoral?

El primer elemento que se debe destacar es que el Tribunal Supremo de Justicia actuó después de que los resultados electorales pusieran en evidencia la fuerza de la participación y la decisión ciudadana por encima de cualquier cálculo político. Se trata, claro está, de una acción que se inmiscuye en competencias del Consejo Nacional Electoral y que desconoce la voluntad ciudadana sobre quien debería ser el gobernador de Barinas.

Ante ese hecho, sin embargo, se abre una gran oportunidad. La voluntad ciudadana se expresó en el acto electoral del 21-N, y ese es un poder que está ahí, y que podemos activar para que la ruta electoral no se transforme en algo circunstancial sino que sea parte de una política que permita la reinstitucionalización en el país.

“Atrincherarse en posiciones que no han dado solución a la crisis, ni a las demandas de la gente, puede más bien profundizar y alargar los tiempos para encontrar una solución pacífica al conflicto”

Otro elemento importante es que, esta vez, el CNE no actuó sólo desde un lado de los intereses político-partidistas. El organismo electoral tuvo en su seno, en esta oportunidad, a actores que fueron promovidos como rectores de la sociedad civil, que pudieron estar ahí, alertando y trabajando en la defensa de los derechos ciudadanos. Creo que una enseñanza importante de lo que pasó el 21-N es que si queremos continuar fortaleciendo la ruta electoral, debemos seguir insistiendo en la capacidad que tienen los ciudadanos para incidir en ese campo.

¿Cómo debe leerse, a su juicio, los hechos que llevaron a la cancelación de los comicios en Barinas?
Los hechos que llevaron a la cancelación de las elecciones en Barinas muestran cómo los poderes del estado, las instituciones públicas, pueden ser utilizadas en favor de los intereses de una fracción de los actores políticos. Ante esta circunstancia, la lucha ciudadana debe poner a la constitución en el centro de la acción institucional y cívica, retomar lo que ella establece como los mecanismos de trabajo de los distintos poderes, así como el respeto, a partir de ese marco normativo, a la voluntad ciudadana.

Estos elementos son importantísimos a la hora de plantearse una ruta electoral para el período 2022- 2024. Se trata de una ruta que se enmarca en una perspectiva de reconstrucción de las capacidades políticas e institucionales, con la participación ciudadana para la resolución del conflicto por vías pacíficas, y con la posibilidad de que los actores se ajusten, cada vez más, a las reglas de juego establecidas en la constitución.

La hoja de ruta del 2021 tuvo como meta las elecciones del 21-N, ¿Cuál debería ser el objetivo, el norte, de las fuerzas democráticas en el 2022?

Desde la perspectiva electoral, es importante definir, de aquí al 2024, cómo las organizaciones cívicas pueden seguir trabajando en una ruta que establezca los pasos necesarios para fortalecer las capacidades institucionales y de participación. Esa estrategia pasa por defender las competencias de un CNE autónomo, que responda a la constitución y a la ley. También son importantes las capacidades institucionales para la preparación, realización y seguimiento de los eventos electorales, así como la formación ciudadana. Es importante preparar las veedurías nacionales e insistir en la necesidad de tener las misiones de observación internacional porque estas misiones no responden a intereses particulares nacionales, sino a estándares internacionales para el fortalecimiento de la democracia.

No puede haber un proceso de desarrollo sostenible para Venezuela sin democracia y no hay posibilidad de democracia si no hay una ruta de participación”

¿Usted cree que estén dadas las condiciones políticas para abrir el proceso conducente al referendo revocatorio?

El referendo revocatorio es un derecho establecido en la constitución y cualquier grupo de ciudadanos o partidos políticos puede presentar sus propuestas e iniciativas al respecto. Desde mi punto de vista, considero que es una ruta difícil para el cumplimiento de los objetivos que nos hemos planteado. Hay que tener en cuenta que se necesitan ciertos tiempos para mejorar las capacidades de las organizaciones ciudadanas. Es importante que estos eventos se den en el marco correcto, de forma que sean reconocidos y legítimos para todas las partes, y contribuyan a la posibilidad de construir gobiernos democráticos, donde se reconozca a quien tiene la mayoría para ejercer el poder, pero con el respeto a las minorías.

Los resultados del proceso electoral del 21-N demostraron la necesidad de una profunda revisión de las estrategias políticas de la oposición ¿Advierte usted voluntad política para encarar ese proceso entre la dirigencia opositora?
El 21 de noviembre dejó aprendizajes a los actores políticos de todo el espectro, tanto a los que están en el poder como a los que están en la oposición y aspiran a estar en el poder en el futuro. También dejó unas líneas muy claras sobre la voluntad ciudadana. El ciudadano no quiere apostar a mayor confrontación, quiere soluciones a la agenda de la gente en un marco democrático.

Creo que, en los resultados del 21-N, hay una advertencia acerca de la necesidad de revisar las actuaciones y las decisiones que toman los grupos políticos. El venezolano, el que está en el país y el que está en otras latitudes, aspira a que cambien las condiciones actuales del ejercicio del poder y de las fuerzas que están en el escenario político. Esa exigencia se planteó claramente el 21 de noviembre. Creo por lo tanto que las estrategias de los actores políticos deben ser revisadas, deben ser pensadas desde el interés común, desde el interés ciudadano, desde el interés de todos los venezolanos.

¿Advierte señales similares al interior del oficialismo?

La demanda de la ciudadanía está ahí. Los venezolanos esperan respuestas claras de los actores políticos. Atrincherarse en posiciones que no han dado solución a la crisis, ni a las demandas de la gente, puede más bien profundizar y alargar los tiempos para encontrar una solución pacífica al conflicto

Usted ha insistido en la necesidad del regreso de las partes a la mesa de negociación ¿Cuáles deberían ser los temas prioritarios en esa instancia?

Hasta ahora, pareciera que los partes están planteándose estrategias para fortalecer sus posiciones de cara a una posible negociación, o a la continuación de una negociación que recién había comenzado. Eso puede ser entendible desde el punto de vista de los propios intereses de las partes. Es sin embargo importante alertar que la agenda ciudadana, la agenda de la gente, a lo que aspira es a que las negociaciones permitan acuerdos y acciones concretas para solucionar la grave situación que vive la inmensa mayoría de los venezolanos. Es importante construir los puentes requeridos y encontrar las soluciones para las dificultades diarias de los venezolanos, por encima de la diatriba particular y de los intereses de algunos actores políticos dentro de ese proceso.

“Los ciudadanos esperamos respuestas claras de los actores políticos”

Es por lo tanto prioritario atender las necesidades de la gente…

El tema de las necesidades de la gente tiene que estar en el centro de la discusión, cosa que no estuvo clara en los procesos de negociación anteriores. Es importante encontrar mecanismos para llegar a la toma de decisiones, que sean respetadas por las partes, así como contar con mecanismos de seguimiento y de cumplimiento de lo acordado. Esto no significa abandonar los reclamos, las exigencias y las denuncias realizadas desde la sociedad civil sobre el tema de los derechos humanos. En Venezuela se observan violaciones muy graves con respecto a los derechos humanos, incluidos los derechos civiles y políticos.
Es importante, por lo tanto, que haya una clara transversalidad en el respeto de los derechos en todas las decisiones que se tomen en los espacios de negociación. Hay que crear condiciones para que se den procesos de justicia y reparación y de no de repetición de las violaciones. Y eso debe estar acompañado de todo un proceso de negociación política

A la luz del proceso que condujo al 21-N ¿Cómo evalúa el trabajo realizado por el Foro Cívico y otras organizaciones de la sociedad civil venezolana

La sociedad civil tiene como tarea la ruta electoral, pero también la ruta de la justicia y la exigencia del respeto de los derechos humanos, la ruta de la participación ciudadana en todos estos espacios, la ruta para crear capacidades, para dar respuesta a las urgentes necesidades de la ciudadanía, para posibilitar que muchos venezolanos fuera del país puedan regresar al país, si así lo desean. No se puede hablar
de un proceso de desarrollo sostenible sin democracia, y no hay posibilidad de democracia si no hay una ruta de participación, de aceptación de todas las partes, de creación de condiciones para una gobernabilidad, donde todos los venezolanos sean reconocidos e
incluidos en las dinámicas de la toma de decisiones.

“Los hechos que llevaron a la cancelación de las elecciones en Barinas muestran cómo los poderes del estado pueden ser utilizados en favor de los intereses de una fracción de los actores políticos”

Un aprendizaje importante, en todo este proceso, fue el trabajo realizado por la sociedad civil para la conformación del nuevo CNE. Este proceso debe ser retomado para las instituciones de justicia, las instituciones como la Defensoría del Pueblo y toda institucionalidad que tenga como objetivo atender, en sus distintos niveles, las necesidades ciudadanas.

Tomado del Monitor Electoral Nro.14: Edición especial preelectoral Barinas. Descargarlo aquí

MONITOR ELECTORAL. Diciembre 31 | 2021

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