Covid-19 y la liberación de presos

El covid-19 o coronavirus se ha convertido en un grave problema mundial y una de las grandes preocupaciones de la comunidad internacional, de esto no escapan los hombres y mujeres que se encuentran privadas de libertad en cualquier rincón del planeta y de los cuales organismos internacionales como la Oficina del Alto Comisionado para los Derechos Humanos de la ONU y la Comisión Interamericana de Derechos Humanos han solicitado a los gobiernos del mundo se tomen medidas especiales para estas personas, por la gravedad que resultaría un brote de esta pandemia en los recintos donde se encuentran.

En declaraciones dadas el pasado 25 de marzo, la alta comisionada de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Michelle Bachelet, expresó: “Ahora más que nunca los gobiernos deberían poner en libertad a todos los reclusos detenidos sin motivos jurídicos suficientes, entre otros a los presos políticos y otros internos que fueron encarcelados simplemente por expresar ideas críticas o disentir”. Igualmente, la CIDH en un comunicado de prensa de fecha 31 de marzo exhortó a los Estados a “evaluar de manera prioritaria la posibilidad de otorgar medidas alternativas como la libertad condicional, arresto domiciliario, o libertad anticipada para personas consideradas en el grupo de riesgo como personas mayores, personas con enfermedades crónicas, mujeres embarazadas o con niños a su cargo y para quienes estén prontas a cumplir condenas”.

Muchos países del mundo han acogido estas recomendaciones y han visto en la liberación de personas privadas de libertad, con méritos de tenerla, una forma de detener la propagación del covid-19 en los sitios de reclusión, han entendido que, de desatarse una propagación de esta pandemia en las cárceles o centros de detención preventiva, las consecuencias serían una verdadera catástrofe pues su expansión seria inmediata e incontrolable.

Fuente: elnacional.com

17 de abril de 2020

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