Ríe Joven: Juventud, Reconciliación y Tolerancia
Superar la crisis exige entendimientos urgentes.
En la actualidad, el panorama político se ha tornado muy difícil de cara a afrontar la grave situación en el país. Existen muchas barreras que se necesitan derrumbar. Urge la necesidad de concatenar fuerzas y pensamientos. Estamos en tiempos donde, por encima de corrientes ideológicas, tendencias políticas, posturas sectarias, debe imponerse El Criterio, La Razón y La Objetividad para realizar las lecturas y las acciones correspondientes para mejorar la situación.
Durante los últimos años, los eventos ocurridos en Venezuela, donde la juventud ha sido protagonista de estos procesos, han curtido de una gran experiencia a muchos jóvenes comprometidos con el país. Se ha presenciado el nacimiento de una camada de grandes líderes a partir de la valiente intervención joven ante la crisis. También han ocurrido lamentables pérdidas humanas así como los que se encuentran privados de libertad, trascienden la indudable tristeza, convirtiéndose en motor de lucha y en la inspiración de esperanza que el país necesita.
Y es que es la visión joven la que nos está brindando un panorama más claro sobre lo que pasa en Venezuela, siendo ellos hasta termómetros de la situación. El diagnostico lo tenemos cuando observamos a personas haciendo largas colas para obtener comida, a jóvenes siendo ultimados por la delincuencia, a señoras que le arrebatan sus pertenencias, a niños muriéndose en los hospitales por falta de medicamentos e insumos, a lo difícil que se ha tornado poder realizar y culminar una carrera en alguna universidad autónoma por la crisis, sectores del país con meses sin agua o servicio eléctrico.
Estamos ante una crisis sistemática, en donde cada vez se percibe más difícil la conciliación social. La voluntad política debe reactivarse conjuntamente con el sentir y la voluntad de la ciudadanía. El papel de la juventud venezolana es primordial para abordar este proceso.
Es necesario promover la disposición moral. Abordar aquellos elementos específicos que atentan contra el bienestar. No se trata de sólo realizar un recuento de cuáles son los problemas que nos están afectando. La situación amerita hacer un ejercicio de deconstrucción de los fenómenos para poder comprender cada una de las situaciones a las que los venezolanos se someten a diario.
La ciudadanía debe trascender hacia un plano estratégico de cara a la situación. Los jóvenes deben asumir el rol de garantes de la promoción de este modelo de pensamiento para así abordar los puntos específicos de la crisis:
Cómo reaccionar de la mejor manera ante el asalto de un delincuente para garantizar la vida; cómo actuar en el marco legal al momento de su neutralización; qué medidas tomar ante una situación irregular en una cola de algún abastecimiento de alimentos; que mecanismos comunales existen para la resolución de conflictos vecinales; cómo responderle a una persona de pensamiento político distinto valiéndonos de la comprensión y la tolerancia; cómo ser solidarios entre ciudadanos ante las deficiencias en la cobertura de la salud pública; cómo prevenir la violencia infantil o de género y donde acudir; cómo orientar a un joven que opta por no estudiar por la necesidad de trabajar; cómo organizar las comunidades vulnerables para afrontar de la mejor manera las carencias en los servicios básicos; y así un sinfín de buenas prácticas ciudadanas que pueden atinarle a la crisis.
Evidentemente se hace necesario, más que realizar diagnósticos, tomar acciones. Por lo que es importante ver como distintos jóvenes universitarios asisten a la Asamblea Nacional para plantearle a las distintas comisiones elementos de cara a afrontar las distintas situaciones que ocurren. También se pueden observar ciudadanos, incluso muchos jóvenes, más atentos con las sesiones de la AN, para así poder ejercer una contraloría ciudadana más profunda y con basamentos más claros en sus distintas comunidades. Por otro lado es importante destacar distintos emprendimientos de carácter social que desde las agrupaciones juveniles y la sociedad civil se están realizando, con todo y las carencias que surgen en las actividades desde este sector en específico.
El llamado es a asumir responsabilidades, compromisos, a promover una ciudadanía estratégica de la mano de los jóvenes con su pensamiento innovador. Los lugares comunes en el imaginario social deben cambiar hacia unos en donde se apunte hacia el accionar frente a la difícil situación y no a solo el relato de subtítulos sobre lo que ocurre en el país.
Publicado por RieJoven